Luego de que las cotizaciones de las monedas virtuales más difundidas a nivel global tocaran sus máximos históricos, una decisión de las autoridades del gigante asiático desplomó sus precios. Algunas cayeron hasta el 40%. ¿Cuál es el principal temor de los bancos centrales?
La incertidumbre se apoderó de los inversores globales que apuestan por las llamadas “monedas virtuales”.
Y no es para menos, ya que en muchas de ellas sufrieron un verdadero derrumbe luego de que el Banco Central de China les asestara un duro golpe. Concretamente, hizo saber que las ofertas iniciales de monedas (ICO, por sus siglas en inglés) son ilegales y hasta exigió que todas las actividades vinculadas con la recaudación de fondos sean detenidas inmediatamente.
Así, la entidad lanzó al floreciente mercado de las monedas virtuales el reto regulador más fuerte hasta el momento, y borró de un plumazo a uno de los mercados más activos desarrollado por las empresas de ese país para obtener financiación.
A través de un breve comunicado, la autoridad monetaria informó que prohibió las colocaciones de criptomonedas como forma de conseguir capitales.
¿Cómo se hacía de dinero las compañías?
En las Initial Coin Offerings (ICO), la empresa ofrece al mercado “tokens” y sus inversores pagan con monedas digitales, como el Bitcoin o el Ether.
¿Qué es un “token”? Es una unidad de valor creada por una organización para gobernar su modelo de negocio y otorgarles más poder a los clientes para interactuar con sus productos.
Además, les facilita la distribución y el reparto de beneficios entre sus accionistas. Este proceso presenta marcadas diferencias con una ronda tradicional de financiamiento. También, con una Operación Pública de Venta (OPV).
La medida tomada por el Banco Central de China no pasó desapercibida entre inversores del mundo. Menos aún, entre quienes siguen de cerca la evolución de las criptomonedas.
Es que castiga a uno de los mercados más ávidos por este tipo de activos y deja al descubierto el temor de esta entidad (y de otros bancos centrales) a los riesgos que traen las divisas virtuales al sistema financiero global.
“Las fichas digitales o token no pueden utilizarse como moneda en el mercado”, señalaron las autoridades del gigante asiático. Por lo pronto, el crecimiento de las Initial Coin Offerings impulsado por varias compañías para financiarse ha sido exponencial: en apenas un mes (julio) se contabilizaron 43 ICO sólo en ese país.
Por esto no es todo, el gobierno chino ahora está investigando a unos 60 mercados de cambio de criptomonedas y también a dos de las grandes plataformas para comprar tokens, que han suspendido sus servicios.
Si bien la medida se dirige a nuevas emisiones, causó un tembladeral en el mercado de las criptomonedas, como quedó reflejado en las cotizaciones.
Así, en pocas horas:
- El Neo se derrumbó nada menos que un 40%
- El Ether se hundió casi 20%
- El Litecoin, un 18%
- El BitcoinCash (recién nacido) se precipitó un 17%
- El Bitcoin se desplomó 16%, tras rozar los u$s5.000 por unidad.
El descalabro en el precio de la mayor divisa online por capitalización de mercado provocó una pérdida cercana a los u$s28.000 millones si se toma el acumulado de todos los activos digitales.
China no está sola en esta batalla, ya que recientemente se plegó nada menos que la poderosa SEC (Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos).
Esta última decidió que para salir al mercado bajo la forma de un ICO, los interesados deben pedir autorización previa y cumplir con los mismos requisitos que los requeridos para una emisión de acciones o bonos corporativos de cualquier compañía.
Otra de las cuestiones que aporta a los mercados una cuota de suspenso (y de temor) es la “retroactividad”.
Luego de la decisión tomada por el Banco Popular de China, los individuos y las organizaciones que recaudaron fondos a través de las ICOs deberán tomar medidas para devolver los fondos. Esta exigencia quedó plasmada claramente en el comunicado que ha emitido la entidad asiática en forma conjunta con reguladores bursátiles, bancarios y otros departamentos gubernamentales.
“Se está intentando poner un freno a las ICO hasta comprender mejor todo este fenómeno”, aseguró el experto internacional Zennon Kapron, director Kapronasia.
“Los reguladores a nivel mundial están luchando y tratando de advertir cuáles son los riesgos y cómo hacer para que estos disminuyan”, precisó.
En su visión, China -en muchos sentidos- no es diferente a EE.UU., Singapur o Corea del Sur.
Tal es así que los funcionarios de este último territorio también anunciaron sus planes dirigidos a regular las monedas digitales apelando para ello a medidas bien específicas. Uno de ellos es exigirle a los bancos que fortalezcan sus procedimientos de verificación de los usuarios.
“Corea está uniéndose a Japón, China y a otras naciones asiáticas para regular las criptomonedas”, informó una fuente del FSC (Financial Services Commission) de esa nación. Además, remarcó que las monedas digitales no serán reconocidas como productos financieros y advirtió que sus intercambios, en su mayoría, no están regulados.
El volumen de transacciones y la volatilidad de las monedas digitales son “excesivas”, indicaron fuentes del FSC. En otro orden, anticiparon que “se reforzará el monitoreo y se efectuarán varias investigaciones sobre lavado de dinero, financiamiento no autorizado y otras transacciones ilícitas realizadas con criptomonedas”.
“Se castigará toda Oferta Inicial de Monedas (ICO) para recaudar fondos que se haga bajo la forma de emisión de acciones a partir de divisas digitales permitidas en algunos países, incluyendo Suiza, por violar la ley del mercado de capitales”, antició el FSC.
¿Qué es un ICO?
En el mundo de las criptomonedas, este instrumento es utilizado para financiar el desarrollo de nuevos protocolos. Esta expresión, traducida literalmente al castellano, significa Oferta Inicial de Moneda.
En otras palabras, una ICO se puede equiparar al lanzamiento de una acción a la Bolsa realizada por una compañía para conseguir inversores.
En el caso de las criptomonedas, revisten la particularidad de que una vez lanzadas cotizan en el ciberespacio.