Un equipo de expertos en seguridad informática y especialistas privados de la industria aeronáutica, dirigidos por oficiales del DHS, consiguieron hace poco hackear un avión Boeing 757 que estaba aparcado en un aeropuerto de Nueva Jersey, EEUU.
Cuando hablamos de hace poco…bien, no hace tan poco, ya que el avión fue hackeado con éxito en Septiembre de 2016 como parte de un experimento controlado. El organismo DHS con sus oficiales al frente consiguió hacerse con el control del aeroplano de forma remota, aunque no se comunicó nada a la tripulación del avión.
Y es que parte de la gracia del experimento estaba en eso, en no solo interferir los sistemas de aviónica de una aeronave, sino además conseguirlo sin que la tripulación o pilotos tuvieran idea de ello. Sería el crimen perfecto, y el Boeing 757 el aliado ideal.
El Boeing 757 es muy “hackeable”
Boeing ya no fabrica este avión tan icónico desde hace mucho, concretamente desde el 2004. Sin embargo dada su masiva producción y la longevidad de estos aparatos, aún es uno de los aviones más utilizados en todo el mundo.
Los propios presidentes de los Estados Unidos vuelan aún hoy con este avión, y también el vicepresidente de los EEUU usa el Boeing 757.
No cabe duda de que los aviones más modernos ya se construyen siguiendo unos altos estándares de seguridad. En la época en que el 757 estaba en diseño y producción la cosa era bastante diferente, porque a nadie le preocupaba que pudiera pasar algo así.
Los detalles del hackeo del avión no se conocen
El experimento ha salido a la luz a través de una nota emitida durante el pasado 2017 CyberSat Summit realizado en Virginia. Allí, el administrador del programa de aviación Robert Hickey -perteneciente a la división de cibserseguridad del DHS- anunció a la audiencia el experimento, del cual dijo poca cosa, pero básicamente que se habían utilizado aparatos de uso frecuente para realizar un ciberataque sobre el avión.
Muchos expertos en la industria aeronáutica sabían del citado experimento, pero no todos. Es el caso de 7 pilotos experimentados de varias compañías aéreas, que recibieron el aviso en Marzo de 2017 durante una charla preparatoria.
Los 7 quedaron boquiabiertos cuando dijeron sentirse sorprendidos de que nadie les hubiese avisado de la vulnerabilidad del aparato, al depender de sus controles con una fe ciega en su funcionamiento. En su momento se comunicó la noticia al portal Avionics, dedicado a la industria aeronáutica.