El famoso exploit de la NSA que salió a la luz el año pasado sigue causando estragos.
A pesar de la reciente caída de las criptomonedas, infectar equipos para minar sigue siendo un negocio en alza entre los ciberdelincuentes debido a su simpleza y utilidad.
Monero (XMR) sigue siendo la moneda favorita para minar ilegalmente gracias a que te proporciona mayor anonimato a la hora de realizar transacciones.
La vulnerabilidad utilizada que se dio a conocer con WannaCry y que paralizó a medio mundo sigue siendo uno de los principales vectores de ataque para este tipo de malware. Con parche de seguridad disponible desde Marzo de 2017, EternalBlue (CVE-2017-0144 SMB) sigue siendo una de las vulnerabilidades más explotadas.
Smominru (también conocido como Ismo) se ha expandido por muchas zonas, pero la mayoría de los equipos infectados se encuentran en Rusia, India y Taiwán. La razón de que haya más infecciones en estos países es que aún no han tomado conciencia de la necesidad de actualizar sus sistemas a fin de mejorar su seguridad y el número de instalaciones de parches de seguridad en Windows es muy bajo.
El malware ha infectado alrededor de 526.000 sistemas Windows desde Mayo de 2017, lo cuál ha hecho que los atacantes minen 8.900 Monero, que corresponden a 1,86 millones de dólares (actualmente, tras la caída de las criptomonedas).
Los expertos de ProofPoint notificaron al servicio de protección DDoS SharkTech que la infraestructura de comando y control de ‘Smominru’ se encontraba alojada en sus servidores, sin embargo no obtuvieron respuesta.
Según varios investigadores, esta botnet va a seguir expandiéndose a lo largo del año.