PSD2 es un término del que quizás hayas oído hablar ya, o quizás no, pero sin duda va a ser algo de lo que oigas hablar próximamente sobre todo si eres de los que compra habitualmente online o sueles acceder y hacer transacciones desde tus cuentas por Internet. Aunque parezca el nombre de una nueva videoconsola, lo cierto es que PSD2 es el nombre de la nueva directiva europea que tiene que ver con los pagos online y los pagos móviles. A continuación, vamos a mostrar qué es la PSD2 y cómo te afecta a la hora de realizar pagos online.
Qué es y para qué sirve la nueva directiva PSD2
PSD2 son las siglas que hacen referencia a Payment Service Providers o lo que es los mismo, Directiva de Servicios de Pago. Detrás de este nombre está la Directiva EU 2015/2366 de servicios de pago, una normativa europea que refuerza la seguridad de los pagos electrónicos dentro de la UE, que engloba tanto a los pagos online como a los pagos móviles y que regula el acceso a nuestros datos bancarios por parte de terceros.
Dicho esto, el objetivo de la nueva directiva es reforzar los derechos de los consumidores y la seguridad a la hora de realizar cualquier operación financiera a través de medios digitales. Además, la PSD2 quiere establecer un marco regulatorio para avanzar en el desarrollo del mercado de pagos electrónicos dentro de la UE para que de esta manera, este tipo de pagos entre diferentes países sean más fáciles y seguros de realizar. Pero la cosa no se queda ahí, ya que además, pretende aumentar la competencia en el sector de los pagos electrónicos, puesto que permitirá que muchas otras empresas puedan acceder a este mercado que hasta el momento, estaba monopolizado por los bancos.
Cuándo entra en vigor cómo nos va a afectar
En nuestro país, esta normativa llega con bastante retraso con respecto a otros países. El real decreto-ley que regula la implementación de la PSD2 entró en vigor en el mes de noviembre del año pasado, sin embargo, la puesta en marcha de algunas medidas ha hecho que no vaya a comenzar a estar vigente hasta el próximo 14 de septiembre de 2.019. Por lo tanto, en apenas unos días, la nueva directiva estará totalmente vigente en España.
Ahora bien, la pregunta que se hace la gran mayoría de personas es ¿cómo nos afecta la PSD2?. Pues bien, debemos diferenciar varios aspectos, uno el que hace referencia al acceso a los datos bancarios de los consumidores por parte de terceros, el referente a la seguridad en los pagos electrónicos y por otro lado, lo que afecta al acceso a la banca online.
Acceso a nuestros datos bancarios
La nueva directiva PSD2 pretender abrir este mercado a nuevas empresas, sobre todo a aquellas que ofrezcan un servicio de información sobre cuentas (AISP), o también conocidos como agregadores financieros, con el objetivo de que podamos gestionar nuestras cuentas y finanzas personales de forma más sencilla. Además, con esta medida se pretende aumentar la competencia al poder acceder al mercado de los pagos a otras muchas más empresas.
De esta manera, vamos a poder tener una visión general de todas la cuentas que tengamos en los diferentes bancos desde una única plataforma, poder controlar los gastos, ingresos o el saldo de todas nuestras cuentas sin tener que andar entrando y saliendo en cada una de nuestras cuentas. Algo que sin duda es posible gracias al Open Banking, ya que permite que otras compañías puedan acceder a los datos personales de los clientes.
Teniendo en cuenta la gran importancia de la ley de protección de datos en nuestro país, estas empresas únicamente podrán tener acceso a nuestros datos si previamente les hemos dado permiso para ello.
Seguridad en pagos online o pagos móviles
En este aspecto es quizás donde la nueva directiva PSD2 llega con más cambios o novedades. Una de las principales mejoras o ventajas es el aumento o refuerzo de la seguridad a la hora de realizar pagos online. Para ello, entra en vigor la autenticación en dos paso o autenticación reforzada del cliente.
¿Qué supone esto?, pues que a la hora de validar un pago electrónico en un comercio online, será necesario hacer uso de un sistema de doble autenticación. Con esta medida, se trata de reducir el fraude electrónico y hacer que las transacciones online sean más seguras.
Sin embargo, esta medida no solo afecta a la hora de realizar un pago online, sino que también lo hace a la hora de acceder a una cuenta bancaria por Internet. Por lo tanto, muy pronto veremos cómo el acceso a nuestra banca online puede que cambie si todavía no hacía uso de algún sistema de doble autenticación.
Este sistema de autenticación reforzada obligará a usar al menos dos de los tres sistemas propuestos por la normativa, algo que únicamente conozcamos nosotros, como una contraseña o pin, algo que solo tengamos nosotros, tipo tarjeta de coordenadas o el propio móvil, o algo que forme parte de nosotros, como puede ser nuestra huella dactilar, iris, etc.
No obstante, la nueva directiva PSD2 ha establecido algunas excepciones a la hora de usar esta autenticación reforzada como es el caso de acceder a un cuenta bancaria únicamente para consultar el saldo o los movimientos, realizar pagos online de menos de 30 euros, pagos móviles o contactless por importe inferior a 50 euros, pago en terminales no atendidos como peajes o aparcamientos, operaciones recurrentes por el mismo importe y mismo beneficiario y pagos a clientes incluidos en una lista de confianza, entre otras.
La nueva directiva también llega con otras ventajas, como una menor responsabilidad para el usuario ante pagos fraudulentos. Es decir, en caso de que nos roben o perdamos nuestra tarjeta y alguien realice pagos con ella, únicamente tendremos que correr con los primeros 50 euros gastados y no los 150 euros como ocurre hasta ahora.
La PSD2 también va a eliminar los costes o recargos por pagar con tarjeta de crédito o débito, aunque realmente eso es algo que ya no ocurre en nuestro país a día de hoy. Sin embargo, algo interesante también a nivel consumidor es que la nueva directiva añade el derecho a la devolución del dinero en aquellos casos en los que no se especifique en la autorización el importe de la operación o dicho importe sea mayor a lo mostrado anteriormente.
Pero quizás, el cambio más radical en lo que a pagos electrónicos se refiere es que la nueva directiva va a permitir que se reduzcan los intermediarios a la hora de realizar un pago electrónico gracias a los servicios de inicio de pago o PISP (Payment Initiation Services Provider). Dicho en otras palabras, mientras que a día de hoy a la hora de realizar un pago por Internet encontramos varios intermediarios como el propio cliente, el comercio, la plataforma de pago, la compañía de la tarjeta y el propio banco, PSD2 quiere que los PISP puedan establecer una comunicación directa entre el comercio y el banco y evitar tantos intermediarios.
La directiva también va a crear un registro público donde aparezcan claramente todas las instituciones de pagos autorizadas para que en cualquier momento podamos consultarlo si dudamos o desconfiamos de alguna en el momento de realizar un pago electrónico.
Acceso a la banca online
A día de hoy, son muchas las personas que hacen uso de la banca online a diario para evitar tener que ir al banco a la hora de realizar numerosos trámites que desde Internet o desde el propio móvil pueden hacer en cualquier momento. Con la llegada de la nueva directiva PSD2 vamos a poder seguir realizando todos estos trámites igualmente, pero el acceso a nuestra cuenta se complica un poquillo.
Y es que a partir de ahora, tendremos que dar un paso más a la hora de acceder a nuestras cuentas debido a la autenticación reforzada que llega con PSD2, siempre con el objetivo de reforzar nuestra seguridad.
Por lo tanto, pronto tendremos que realizar una nueva tarea cuando queramos acceder a nuestras cuentas bancarias a través de Internet, eso sí, puede que cada entidad establezca un sistema distinto de autenticación. En su gran mayoría, será a través de el envío de un SMS a nuestro teléfono móvil con un código de autenticación, por lo que siempre necesitaremos tener nuestro móvil al lado para acceder a nuestro banco. Algunas entidades podrían también obligar a sus clientes a descargar alguna nueva app en su móvil, pero deberían ser casos aislados. Además, esta opción podría traer otras consecuencias, puesto que aquellas personas que tengan terminales de hace varios años, podrían encontrarse con ciertas incompatibilidades.