OpenAI ha interrumpido más de 20 operaciones maliciosas que han estado abusando de su chatbot impulsado por IA, ChatGPT, para depurar y desarrollar malware, difundir información errónea, evadir la detección y realizar ataques de phishing.
El informe, que se centra en las operaciones desde principios de año, constituye la primera confirmación oficial de que se utilizan herramientas generativas de inteligencia artificial para mejorar las operaciones cibernéticas ofensivas.
Los primeros signos de tal actividad fueron reportados por Proofpoint en abril, quien sospechaba que TA547 (también conocido como “Scully Spider”) estaba implementando un cargador PowerShell escrito por IA para su carga útil final, el info-stealer Rhadamanthys.
El mes pasado, los investigadores de HP Wolf informaron con gran confianza que los ciberdelincuentes que apuntaban a usuarios franceses estaban empleando herramientas de inteligencia artificial para escribir scripts utilizados como parte de una cadena de infección de varios pasos.
El último informe de OpenAI confirma el abuso de ChatGPT y presenta casos de actores de amenazas chinos e iraníes que lo aprovechan para mejorar la eficacia de sus operaciones.
Uso de ChatGPT en ataques reales
El primer actor de amenazas descrito por OpenAI es ‘SweetSpecter’, un adversario chino documentado por primera vez por los analistas de Cisco Talos en noviembre de 2023 como un grupo de amenazas de ciberespionaje dirigido a gobiernos asiáticos.
OpenAI informa que SweetSpecter los atacó directamente, enviando correos electrónicos de phishing con archivos adjuntos ZIP maliciosos enmascarados como solicitudes de soporte a las direcciones de correo electrónico personales de los empleados de OpenAI.
Si se abrían, los archivos adjuntos desencadenaban una cadena de infección, lo que provocaba que SugarGh0st RAT cayera en el sistema de la víctima.
Tras una investigación más profunda, OpenAI descubrió que SweetSpecter estaba utilizando un grupo de cuentas ChatGPT que realizaban investigaciones de scripting y análisis de vulnerabilidades con la ayuda de la herramienta LLM.
El segundo caso se refiere al grupo de amenazas ‘CyberAv3ngers’, afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica del Gobierno iraní (IRGC), conocido por atacar sistemas industriales en ubicaciones de infraestructura crítica en países occidentales.
OpenAI informa que las cuentas asociadas con este grupo de amenazas solicitaron a ChatGPT que generara credenciales predeterminadas en controladores lógicos programables (PLC) ampliamente utilizados, desarrollara scripts personalizados de bash y Python y ofuscara el código.
Los iraníes también utilizaron ChatGPT para planificar su actividad posterior al compromiso, aprender cómo explotar vulnerabilidades específicas y elegir métodos para robar contraseñas de usuarios en sistemas macOS, como se detalla a continuación.
El tercer caso destacado en el informe de OpenAI se refiere a Storm-0817, también actor de amenazas iraní. Según se informa, ese grupo utilizó ChatGPT para depurar malware, crear un scrapper de Instagram, traducir perfiles de LinkedIn al persa y desarrollar un malware personalizado para la plataforma Android junto con la infraestructura de comando y control de soporte, como se detalla a continuación.
El malware creado con la ayuda del chatbot de OpenAI puede robar listas de contactos, registros de llamadas y archivos almacenados en el dispositivo, tomar capturas de pantalla, examinar el historial de navegación del usuario y obtener su posición precisa.
“En paralelo, STORM-0817 utilizó ChatGPT para respaldar el desarrollo del código del lado del servidor necesario para manejar las conexiones desde dispositivos comprometidos”, se lee en el informe de Open AI. “Esto nos permitió ver que el servidor de comando y control para este malware es una configuración WAMP (Windows, Apache, MySQL y PHP/Perl/Python) y durante las pruebas estaba usando el dominio stickhero[.]pro”.
Todas las cuentas de OpenAI utilizadas por los actores de amenazas mencionados anteriormente fueron prohibidas y los indicadores de compromiso asociados, incluidas las direcciones IP, se compartieron con socios de ciberseguridad.
Aunque ninguno de los casos descritos anteriormente brinda a los actores de amenazas nuevas capacidades para desarrollar malware, constituyen una prueba de que las herramientas de inteligencia artificial generativa pueden hacer que las operaciones ofensivas sean más eficientes para los actores poco calificados, ayudándolos en todas las etapas, desde la planificación hasta la ejecución.
Fuente: Segu Info