Grupos de cibercriminales, comúnmente asociados con el nombre Magecart, caracterizados, entre otras cosas, por inyectar código Javascript malicioso en las plataformas de e-commerce con el objeto de robar datos confidenciales de tarjetas de crédito, infectan más de 17.000 dominios web a través de instancias de Amazon S3 mal configuradas.
Tras atacar Ticketmaster y British Airways (que ahora además acaba de ser multada por ello por GDPR) entre otras, bajaron el perfil de la víctima y ampliaron objetivos. La técnica para conseguir 17.000 dominios ha sido sencilla: buscar buckets del servicio de Amazon mal configurados, y modificar ahí los JavaScript. Este código, cargado desde la página, se distribuía así entre las webs que requerían tarjetas de crédito, y de nuevo, conseguían inyectar el código necesario para robar los datos y enviarlos a otro servidor (w1-filecloud[.]com, font-assets[.]com, cdn-c[.]com, cdn-imgcloud[.]com, wix-cloud[.]com, js-cloudhost[.]com). Se cree que el grupo detrás de este ataque puede ser un nuevo actor.
El informe, que puede consultarse aquí, incluye no sólo análisis detallados del procedimiento de infección, sino también métodos de mitigación o indicadores de compromiso. En él, se explica cómo los atacantes han aplicado una estrategia donde prime el alcance frente a la precisión. Esto es, los atacantes han optado por asegurar que su infección llegue al mayor número de víctimas posible, en vez de seleccionar concienzudamente los objetivos más sensibles o interesantes para sus fines.
Se trata de procedimientos similares a las infecciones sufridas por webs como AdMaxim, CloudCMS o Picreel. Sin embargo, los investigadores advierten que, a pesar de los esfuerzos por monitorizar estos ataques, esta campaña, detectada a principios de abril de 2019, posee una envergadura mucho mayor de lo que predecían los informes iniciales.
Según los investigadores, Magecart ha dedicado una gran cantidad de tiempo a rastrear la red en busca de instancias de Amazon S3 mal configuradas que permitan de forma pública consultar y editar el contenido de la instancia. Una vez encontradas, añadían código Javascript malicioso al final de cada archivo Javascript.
Usualmente, este código malicioso suele inyectarse en archivos Javascript relacionados directamente con la página de pagos del sitio. Sin embargo, se han encontrado archivos js infectados, lo que indica, como se reseñaba anteriormente, un sacrificio de la especificidad de los objetivos en favor de un alcance mucho mayor.
Pese a que este alcance extendido lo sea en detrimento de una mayor precisión en la selección de objetivos, los investigadores insisten en que si los atacantes consiguen que cualquiera de las páginas infectadas recolecte algún dato sensible, el esfuerzo de los atacantes quedaría amortizado dado el retorno de la inversión que ganarían con los datos obtenidos.
Adicionalmente, este nuevo ataque involucra una manera novedosa de inyectar el código malicioso. En este caso, se ha optado por utilizar versiones altamente ofuscadas de código Javascript.
El coste de esta clase de ataques asciende a cifras notables. Como ya contábamos en este artículo, la última empresa afectada fue British Airways, obligada a pagar una multa de 183.000.000 de libras.