Varios informes independientes publicados por tres empresas de seguridad analizan la técnica de exfiltración de datos en sitios de eCommerce comprometidos, y su utilización para el robo de información personal y números de tarjeta de crédito.
Por norma general, los comercios online no almacenan los datos de pago de los clientes en sus bases de datos tras su uso, sino que son descartados después de que se realicen los cargos. Por este motivo, tras comprometer la página web de un comercio online, los ciberdelincuentes encuentran más valor implantando código que exfiltre los datos bancarios de futuros clientes a un sitio bajo su control.
De acuerdo con las investigaciones de PerimiterX, Kaspersky y Sansec, cibercriminales estarían utilizando Google Analytics para extraer la información recopilada, saltándose medidas de seguridad de los navegadores modernos como CSP (Content Security Policy).
Content Security Policy
El CSP (Política de Seguridad del Contenido) se compone de una serie de cabeceras que permiten al administrador de un sitio web controlar los recursos a los que el navegador tiene acceso. Está implementada en los principales navegadores modernos y su uso en los sitios web está creciendo día a día.
Uno de los parámetros que se puede administrar es el que indica qué direcciones puedes ser contactadas desde el código de la página. En el caso que nos ocupa, al ciberdelincuente le interesa que, tras haber accedido a información del usuario, que ésta sea enviada a un servidor bajo su control. Si el comercio ha configurado el CSP adecuadamente, dicha conexión sería rechazada.
Google Analytics
Google Analytics es una de las principales herramientas de monitorización y análisis del tráfico web. Cada vez que un usuario visita una página o realiza alguna acción en la misma, esta información es transmitida a los servidores de Google, donde el propietario del sitio puede analizarla.
Es por ello que, en sitios que implementan CSP, los servidores de Google Analytics estén en una lista blanca, de manera que puedan generarse las estadísticas de uso. Es aquí donde los ciberdelincuentes aprovechan este hueco en las políticas de seguridad para enviar a sus entornos de Google Analytics la información recopilada de los usuarios.
Mediante el envío de eventos codificados a la cuenta de Google Analytics del atacante, el servicio se convierte un repositorio de credenciales, números de tarjeta, o cualquier otro tipo de dato que sea de interés para el mismo.