El reciente evento de hackeo al Estado Mayor Conjunto ha puesto nuevamente en la palestra lo frágil que pueden pasar a convertirse nuestros distintos sistemas y políticas de ciberseguridad cuando no se mantienen debidamente controlados ni actualizados todos los frentes. Que uno de los organismos más protegidos de nuestro país, del cual depende la seguridad nacional haya sido vulnerado, nos indica claramente que nunca son suficientes los resguardos y que estos deben ir un paso adelante ante posibles riesgos. En ciberseguridad, la prevención, la infraestructura, los sistemas, las políticas y el personal deben conversar el mismo idioma y apuntar siempre a minimizar los riesgos de posibles brechas de seguridad. Implementar políticas de estudio sobre concientización en ciber riesgos al personal de forma constante, implementar Análisis de vulnerabilidades de manera preventiva, reducirán al máximo las posibles brechas y de esta forma evitar incidentes tan penosos y con demasiadas consecuencias, como del que estamos siendo testigos. Invertir en ciberseguridad, nunca será un mal negocio ni una pérdida en su presupuesto, si no por el contrario, evitará pérdidas de producción y operación, protección de su información y evitar daños en su reputación.